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Crédito voluntario
Los créditos voluntarios son créditos de carbono adquiridos por empresas o particulares que voluntariamente pretenden reducir o compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). A diferencia de los créditos de cumplimiento, que se utilizan en mercados regulados, los créditos voluntarios están destinados principalmente a quienes desean tomar medidas contra el cambio climático o alcanzar la neutralidad de carbono sin una obligación legal. Los créditos voluntarios desempeñan un papel importante a la hora de ayudar a empresas y particulares a cumplir sus objetivos de sostenibilidad o de neutralidad neta.
Cómo funcionan los créditos voluntarios
- Proyectos de reducción de emisiones: Los créditos voluntarios se generan a partir de proyectos que reducen o eliminan las emisiones de GEI, como el desarrollo de energías renovables, la conservación de los bosques, la reforestación, la reducción del metano y las mejoras de la eficiencia energética. La cantidad de GEI reducida por estos proyectos se certifica y se emite como créditos.
- Compra de créditos: Las empresas o los particulares compran estos créditos para compensar sus propias emisiones. Por ejemplo, las empresas pueden conseguir la “neutralidad de carbono” compensando sus emisiones mediante créditos voluntarios y pueden anunciar sus productos o servicios como “compensación de carbono.”
- Compensación de emisiones: Los créditos voluntarios adquiridos corresponden a la compensación de una cantidad equivalente de emisiones de CO2. Esto permite a empresas y particulares demostrar su contribución a la lucha contra el cambio climático y cumplir con su responsabilidad social.
Usos de los créditos voluntarios
- Neutralidad corporativa del carbono: Muchas empresas utilizan créditos voluntarios para compensar las emisiones y declararse “neutras en carbono”. Las grandes empresas suelen comprar créditos como parte de esfuerzos más amplios para reducir las emisiones en toda su cadena de suministro.
- Compensación de carbono por productos y servicios: Algunas empresas compran créditos para compensar las emisiones relacionadas con productos o servicios específicos (por ejemplo, vuelos, eventos, electricidad) y lo promueven entre los consumidores.
- Contribuciones individuales: Los consumidores o las organizaciones también pueden comprar créditos para compensar las emisiones de sus actividades, como los viajes, ayudándoles a adoptar un estilo de vida más sostenible.
Certificación de créditos voluntarios
Para garantizar la fiabilidad de los créditos voluntarios, varios organismos y normas de certificación supervisan su emisión. Algunos de los principales programas de certificación son
- Verra (VCS: Estándar Verificado de Carbono): El mayor programa voluntario de certificación de créditos, que abarca diversos proyectos de reducción de emisiones.
- NbS (Soluciones basadas en la Naturaleza): Un programa voluntario de certificación de créditos en Japón que promueve proyectos de carbono verde y apoya iniciativas ESG.
- Estándar Oro: Créditos emitidos para proyectos que no sólo proporcionan beneficios medioambientales, sino que también contribuyen al bienestar social y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- Plan Vivo: Organismo de certificación centrado en proyectos de conservación forestal y gestión de la tierra, que hace especial hincapié en el desarrollo sostenible basado en la comunidad.
Crecimiento del mercado de crédito voluntario
El mercado de créditos voluntarios se está expandiendo rápidamente, impulsado por el aumento de los compromisos empresariales con la neutralidad del carbono y la creciente concienciación de los consumidores sobre el cambio climático. El crecimiento está impulsado por:
- Estrategias corporativas de sostenibilidad: Las empresas consideran los créditos voluntarios como una herramienta clave para cumplir con su responsabilidad de reducir las emisiones.
- Flexibilidad más allá de la normativa: El mercado voluntario permite a las empresas y a los particulares contribuir a los objetivos medioambientales sin estar sujetos a la normativa, lo que ofrece una mayor flexibilidad para la acción proactiva por el clima.
- Aumento de la preocupación pública por el cambio climático: A medida que los consumidores y los inversores exigen a las empresas una mayor responsabilidad medioambiental, los créditos voluntarios se han convertido en una parte importante de las estrategias climáticas de las empresas.
Retos de los créditos voluntarios
Aunque los créditos voluntarios ofrecen muchas ventajas, también plantean retos:
- Calidad y transparencia de los créditos: Algunos proyectos pueden no conseguir reducciones de GEI significativas o a largo plazo. Garantizar la calidad y la transparencia requiere auditorías e informes rigurosos.
- Riesgo de doble contabilización: Existe el riesgo de que la misma reducción se contabilice en varios créditos, inflando el impacto declarado. Para evitarlo, es esencial disponer de sistemas de seguimiento fiables.
Conclusión
Los créditos voluntarios son una herramienta flexible e importante para las empresas y los particulares que pretenden reducir su huella de carbono y alcanzar la neutralidad de carbono. Como mercado en expansión, los créditos voluntarios complementan los esfuerzos reguladores y aceleran la mitigación del cambio climático. Sin embargo, la transparencia, la gestión de alta calidad de los créditos y los esfuerzos genuinos de reducción de emisiones son cruciales para garantizar su eficacia.
